Mirar tus ojos desnudos y no sentir
miedo.
Amarrarme a tus caderas, aún
escurridas
y volver a desearte.
y volver a desearte.
Saberte mío,
volverme tuya.
Un instante.
Nunca más que un instante.
Mucho, es demasiado.
Demasiado es muerte.
Muerte es no volver a tenerte.
¡Qué bonito texto! Hace mucho que supe de tu blog, y me encantó, pero por lo visto, ya no escribes... ¿o si, pero en otro espacio? Sería un gran gusto volver a leerte.
ResponderEliminarSaludos desde Aguascalientes